28 de Enero de 1995. Carlos Antonio Molares Álvarez fallecía en su domicilio de La Toja. 21 años después de su muerte, Entre Ruínas quiere establecer una entrada, en la red de redes, de lo que fue uno de los mayores grupos pesqueros de España.
- El Grupo Molares -
José Molares Alonso, padre de Carlos Molares, tomó contacto con el mundo de la pesca en 1934, trabajando en contratas de pescado en el Puerto del Berbés de Vigo.
La actividad de José Molares, como armador, comenzó en 1937, con la participación de un 20% en un buque pesquero bautizado como "Invencible Nº 2". Una vez terminada la Guerra Civil, José Molares Alonso adquirió el buque "Mosquito", como único propietario, dedicándolo a la pesca de bajura. Un gran paso hacia lo que sería la consolidación del grupo empresarial que se estaba fraguando.
La primera empresa del Grupo Molares se estableció en
1940, dedicada a la salazón de pescado. Nueve años más tarde, José Molares adquiería la primera marea que una flota española efectuaba en aguas de Terranova y comenzaba la construcción de un factoría para la salazón de pescado en el Puerto de Domaio, finalizando las obras en
1951 y comenzando a trabajar a pleno rendimiento en el procesado de bacalao para abastecer a todo el mercado nacional.
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Vuelo 1945-1946 Americano Serie A H0223_104_065. La factoría y el Puente de Rande aún no existían |
Con el encargo de construcción de dos buques bautizados como "
Aurora María" y "
María José Molares", de dió un nuevo impulso a la actividad de la empresa.
En 1956 se estructuraría la factoría de Domaio como Sociedad Anónima, con un 25% de participación por parte de José Molares Alonso. Es entonces cuando la sociedad adquiriría una nueva personalidad jurídica bajo el nombre de "PESQUERÍAS DEL ATLÁNTICO E INDUSTRIAS DEL BACALAO S.A. (PESAIBA)".
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Vuelo 1956-1957 Americano Serie B 0223_fot_12866. Se aprecia la factoría PESAIBA y el inexistente Puente de Rande |
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Detalle de la factoria PESAIBA en Domaio con uno de los primeros muelles |
En
1957 se encargaba, al astillero Vulcano, la construcción de los buques "
Mariano Borrero" y "
Juan Lazo", los cuales serían rematados y entregados en
1959,
encargando, un año después, la construcción de un nuevo buque, bautizado como "
Puente de Rande", dedicado a la pesca de cefalópodos en el Sahara Español, pero que, desgraciadamente, se hunde en su cuarta marea. Con la construcción de este nuevo buque, el Grupo Molares se convertiría en pionero en este tipo de pesquerías.
Entre 1961 y 1963 se pondría en funcionamiento una flota, compuesta por seis buques bautizados como "Molares Alonso", "Molares Álvarez", "Puerto Pesquero", "Chaparrudo" y "Saladina Pardo Costas", dedicados exclusivamente a la pesca de cefalópodos. En 1965 se construiría el "Aurora Álvarez", dedicado a la pesca de marisco en Senegal y, en 1966, el buque "Tierra Verde".
En
1967 José Molares crearía la empresa "
PESQUERÍAS MOLARES, S.A.", de cuyo paquete de acciones sería propietario en su totalidad, poniendo en funcionamiento dos modernos bacaladeros bautizados como "Meixueiro" y "Xaxán", dos años después, para el abastecimiento de la factoría
PESAIBA en Domaio.
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Buque bacaladero "Meixueiro" |
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Buque bacaladero "Xaxán" |
En
1972, para dar un nuevo impulso a la actividad de
PESQUERÍAS MOLARES, S.A., se encargaría la construcción y puesta en funcionamiento de cuatro nuevos buques, bautizados como "
Puxeiros", "
Monte Galiñeiro", "
Monte Confurco" y "
Monte Furado".
Tan solo un año después, se producen dos acontecimientos importantísimos con la compra de todas las acciones de
MARÍTIMA SANTA CLARA, S.A. y el encargo de los dos buques factoría más modernos del momento, bautizados como "
Ponte de Rande" y "
Estreito de Rande". Es preciso indicar que estaba en proyecto construir otro buque que sería bautizado como "
Tesouro de Rande", conformando una tríada, pero que nunca llegó a construirse.
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Buques "Monte Galiñeiro" y "Monte Confurco" con el bacaladero "Xaxán" de fondo |
El día 16 de abril de 1975, José Molares Alonso fallecía. Culmina en este momento una primera etapa del Grupo, tomando el testigo su hijo Carlos A. Molares Álvarez, poniéndose a la cabeza del Grupo e iniciando una nueva etapa de expansión.
Tras el incendio del buque "Santa Mar", en aguas de Terranova, en 1980 se procedía a la construcción de los buques congeladores bacaladeros bautizados como "Feixa" y "Bouciña".
En 1981, el mercado del bacalao experimentaba un cambio y los buques congeladores "Feixa" y "Bouciña" comenzarían a dedicarse a la pesca de merluza.
En este mismo año de 1981, se producía un nuevo hito en la historia del Grupo, con la puesta en funcionamiento del buque portacontenedores, de apoyo logístico, bautizado como "Gloria del Mar", con una eslora (largo) de 122,50 metros. A su vez, se instala una unidad terminal frigorífica en la concesión de Renfe de que el Grupo poseía en Domaio.
En
1983, comienzan las obras de adaptación del muelle de Domaio, para recibir al "
Gloria del Mar". Se construiría un muelle de 150 metros de largo y 9 metros de calado, adquiriendo los varaderos de Montenegro y los terrenos de Fontenla.
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Vuelo 1973-1986 Interministerial 0223B0010. Obras para la ampliación del segundo muelle del Puerto de Domaio |
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Vuelo 1973-1986 Interministerial 0223B0010. Detalle de las obras para la ampliación del segundo muelle del Puerto de Domaio con algunos buques fondeados en las proximidades, la factoría PESAIBA y el menor de los muelles en longitud y calado |
En
1984, se fundaría "
CAMASA" y el Puerto de Domaio experimentaría una nueva transformación con la construcción de una nueva terminal frigorífica y la instalación de una grúa pórtico que circulaba sobre raíles, así como diversa maquinaria de transporte.
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Vuelo 1980-1986 Nacional 0223J0012. Terminal de contenedores frigoríficos y Grúa Pórtico ya instalados, con el nuevo muelle casi terminado, a falta de realizar los rellenos entre el nuevo muro y el resto de la plataforma |
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Vuelo 1989-1991 Costas 0022300468136. Terminal de contenedores
frigoríficos y Grúa Pórtico ya instalados, con el nuevo muelle casi
terminado, con buques atracados al mismo, a falta de realizar los rellenos entre el nuevo muro y el
resto de la plataforma |
El Puerto de Domaio, Centro logístico del Grupo y totalmente autónomo, presentaba una superficie de más de 57.000 metros cuadrados, contando con dos muelles de atraque. El primero de ellos de 150 metros de longitud y 9 metros de calado, mientras que el segundo era de 20 metros de longitud y 5 metros de calado.
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Puerto privado del Grupo Molares en Domaio con los dos muelles, buques del grupo, la factoría PESAIBA y la terminal de contenedores frigoríficos de CAMASA |
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Grúa Pórtico sobre los contenedores del Grupo Molares |
En este Puerto, existían áreas frigoríficas con capacidad para 10.800 metros cúbicos, secaderos de bacalao, almacenes y un varadero. A su vez, estaba dotado con dos minas de agua potable, la cual era almacenada en depósitos con una capacidad total de 800 metros cúbicos, destinados a agua para riego, para buques y para el complejo industrial.
La pesca del bacalao, una de las pesquerías más tradicionales de la flota española, se realizaba en parejas de arrastre, con una dotación de 50 hombres por pareja, virando el aparejo cada 8 horas. El aparejo presentaba un copo, con forma de cilindro o calcetín, de unos 40 metros de largo y 4 metros de diámetro, aproximadamente.
Una vez realizada esta maniobra, el pescado era descargado en el buque, en dónde se evisceraba, descabezada y se abría en hojas, procediendo a su estibado en capas alternas de sal y pescado.
Una vez que los dos barcos tenían las bodegas a plena carga, regresaban a puerto. Allí se descargaba el pescado y era llevado a la factoría en donde se mantenía, previo control de calidad, en unas cámaras a una temperatura controlada. El pescado era clasificado según tamaño y calidad, siendo estibado en palets y, éstos, introducidos en jaulas para que el almacenamiento de las unidades de carga fuese uniforme.
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Descarga de los palets procedentes de las bodegas del barco, cargadas de hojas de bacalao |
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Proceso de estibado de las hojas de bacalao en palets y, éstos a su vez, colocados en jaulas |
Posteriormente, se iba retirando hoja por hoja, para proceder a un lavado, un cepillado y un nuevo control de calidad, para pasar a los túneles en dónde el bacalao era secado sobre parrillas, a temperatura graduada en función de la temperatura y humedad ambiental exterior.
Una vez terminado el proceso, el producto pasa por un nuevo control de calidad y se procedía al envasado, empaquetado y etiquetado según peso y tamaño.
- El Transcontainer -
La necesidad de ajustar al máximo los costes de producción, hizo que Carlos Molares decidiese el encargo de dos grandes buques gemelos portacontenedores bautizados como "Gracia del Mar" y "Gloria del Mar", pertenecientes a una saga de transcontainers. Al poco tiempo el "Gracia del Mar" sería vendido, quedando como único buque logístico el "Gloria del Mar", perteneciente a la sociedad "NAVIMOL (Naviera Molares, S.A.)".
El "Gloria del Mar" fue construido por E. Lorenzo en 1980, con una eslora de 122,80 metros, una manga de 19,44 metros y un puntal de 8,15 metros. Desplazaba un peso muerto de 8.500 toneladas, con una capacidad para 533 contenedores estándar de 20 pies.
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Buque Portacontenedores "Gloria del Mar" realizando pruebas de navegación a su paso por el Puente de Rande |
Dicho buque tenía la misión principal de ahorrar, teniendo en cuenta que el proceso de distribución tradicional suponía una inversión de 3 meses en desplazamientos a los caladeros. De esta forma, el portacontendores, funcionando como buque nodriza, llevaría combustible, tripulación de reemplazo, víveres, aparejos de pesca y demás dotaciones a los buques pesqueros, recibiendo la carga procedente de las bodegas de los buques pesqueros.
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Maqueta del buque "Gloria del Mar" con los dos buques congeladores abarloados a su costado |
En alta mar, incluso con mal tiempo, el "Gloria del Mar" permitía un perfecto abarloamiento de dos buques a sus costados con la máxima seguridad, actuando como buque pantalán para la carga y descarga simultánea, permitiendo que los buques pesqueros estuviesen encomendados a su labor al cien por cien, faenando ininterrumpidamente.
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Buque portacontenedores "Gloria del Mar", actuando como buque pantalán, realizando maniobras con los buques congeladores "Ponte de Rande" y "Estreito de Rande" abarloados a su costado |
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Buque portacontenedores "Gloria del Mar", actuando como buque pantalán,
realizando maniobras con los buques congeladores "Ponte de Rande" y
"Estreito de Rande" abarloados a su costado |
El pescado recogido por el Transcontainer se almacenaba en contenedores frigoríficos, manejados por las dos grúas de que disponía el buque, manteniendo la temperatura del pescado a -22ºC, asegurando la conservación del producto y evitando una rotura en la cadena de frío, hasta el destino final.
El "Gloria del Mar" estaba adaptado y preparado para servir a una flota de 10 buques, al mismo tiempo que podía transportar 224 contenedores, 144 bajo cubierta y 80 en cubierta.
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Buque portacontenedores "Gloria del Mar" realizando maniobras de carga de contenedores en puerto |
Una vez en puerto, el frío en los contenedores era mantenido mediante los "pulpos".
Los pulpos eran centrales frigoríficas que se adaptaban con gran
rapidez y simplicidad. La central productora de frío viene a ser como la
cabeza del pulpo, y los tubos que distribuían este aire frío a cada
contenedor, eran los tentáculos. Este sistema modular permitía una gran
rapidez en las maniobras de descarga así como una mayor higiene en la
distribución en aquel momento.
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En el centro de la imagen se aprecia la unidad central de producción de frío denominada pulpo |
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Interior de la planta generadora de frío denominada pulpo |
- La "Teoría" del Queso Gruyère -
La visión de futuro por parte de Carlos Molares en cuanto al comercio de pescado en contenedores, no encajó bien en aquella época, a pesar de ser una buena idea, haciendo que el "Gloria del Mar" fuese un lastre más que un ahorro.
Pero como en toda gran empresa, su ocaso no llega de la mano de un único motivo, sino que sigue la estela de la "Teoría del Queso Gruyère".
Pensemos en una de las particularidades que caracteriza al queso gruyére, que es la de poseer cavidades más o menos esféricas. Si cortamos este queso en lonchas, cada una presenta algún que otro agujero. Ahora colocamos varias lonchas, con sus agujeros, sobre un papel en el que pueda leerse "FIN". Si tenemos la suerte de que los agujeros no queden alineados, cada loncha podrá tener su agujero pero no podremos leer la palabra FIN. Sin embargo, si todos esos agujeros se alinean, la suerte está echada.
Cada loncha representa un aspecto importante de la empresa y cada agujero un motivo que puede llevarla a su fin. Pues bien, una empresa podría subsistir, aún con ciertos agujeros, siempre y cuando éstos no se alineasen.
Muy a pesar de todos los motivos que pudieron contribuir a su cierre, todavía siento ese respeto y admiración a lo que significó El Grupo Molares para mí.
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Dedicado a la memoria de Carlos A. Molares Álvarez |
Webgrafía: http://fototeca.cnig.es/
Bibliografía: Grupo Molares.