lunes, 18 de enero de 2016

Balneario Laxinias

Durante una de las visitas a un complejo fabril cuya línea de producción era de baldosas de gres, tras un muro de dicho complejo, lindante con otra finca, nos encontramos con una construcción en estado de abandono.

Procedimos a acceder a dicha finca y, bordeando la construcción, nos encontramos con la entrada principal en la que podía leerse BALNEARIO LAXINIAS CATOIRA. También observamos que todas las ventanas y puertas exteriores estaban protegidas por una reja metálica.


Al acceder al hall de recepción, pudimos comprobar que todavía se conservaba el mostrador de la recepción, o al menos eso parece, y un armario botiquín de madera pintado en blanco con una cruz roja en la puerta, presumiblemente perteneciente a dicho establecimiento.


Apoyada en un lateral del mostrador de recepción, descansa una de las puertas que da acceso al pasillo que se encuentra a la izquierda de la entrada principal. Tras el mostrador nos encontramos con un botellón plástico, del cual se desconoce la procedencia. 


Volviendo hacia el pasillo de la izquierda, podemos comprobar que da acceso a una serie de estancias destinadas a albergar unas bañeras, que ya han sido vandalizadas, en las que los/las usuarios/as disfrutaban de una sesión de aquoterapia en privado, terminando el corredor en un cuarto de aseo común, situado al fondo. A la izquierda de la puerta de acceso a dicho pasillo, había otra pequeña estancia destinada, con bastante probabilidad, a sala de espera. Obsérvense los baldosines del suelo, que nos da una idea de cierto lujo en aquella época.


Cada una de las estancias destinadas al tratamiento por inmersión en agua, contaba con una bañera, como ya se ha mencionado anteriormente, de la que tan sólo quedan los muretes para su instalación y un pequeño asiento de obra anexo.


En la siguiente foto podemos observar el cuarto de aseo común, al que le faltan los sanitarios.


Al lado derecho del hall de recepción había otro pasillo totalmente simétrico al anterior, con más estancias destinadas a albergar las bañeras y con otro cuarto de aseo al fondo. La única diferencia, es que en ese lado de la construcción había un cuarto de calderas anexo, al cual se accedía desde el exterior.

En realidad, en Catoira había un Hotel Balneario, el cual ofrecía a sus huéspedes un tratamiento por inmersión en agua, que se practicaba en una casa de baños, separada unos cien metros de este hotel. Dicha casa de baños es la edificación de la cual se hace referencia en esta publicación.


Es preciso indicar que las aguas del balneario no eran termales, aunque sí con propiedades minerales, indicadas para el tratamiento de enfermedades de la piel, herpes genital, herpes bucal y reuma.

Webgrafía: http://www.catoira.net/catoira/balnear.htm

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