En la localidad de Domaio - Moaña, existe paraje de belleza paisajística excepcional, desde dónde puede divisarse la Ría de Vigo y el Puente de Rande, mientras gozamos de un baño en una de las pozas que forma O Rego da Miñouva.
Estamos hablando de A Poza da Moura. Próxima a ella, por medio de canales de piedra, se adquiere el recurso necesario para poner en funcionamiento una serie de molinos concatenados.
Poza da Moura |
De los molinos existentes en el lugar, todavía por determinar con exactitud, nos vamos a centrar en los dos mejor conservados clasificados como Molinos Hidráulicos de Río con Rueda Motriz o Rodicio, en posición horizontal, dotados de un sistema de alimentación de Cubo.
Esta tipología de molinos aparece en Galicia entre los siglos XI y XII. Se caracterizan por presentar una torre de almacenamiento de agua a la entrada del molino. En este caso, la fuerza motriz se genera debido a la presión alcanzada en su punto más bajo, que será mayor, cuanta más altura presente la lámina de agua dentro del depósito.
Esta energía potencial, debido a la diferencia de cota entre la lámina de agua y el fondo del depósito, se transforma en una energía cinética responsable de accionar el Rodicio.
La materialización del conjunto constructivo denominado molino, es una perfecta combinación entre Ingeniería y Arquitectura, dado que se trata de una de las construcciones rurales tradicionales de mayor complejidad constructiva.
Todo el complejo constructivo abarca desde las obras de captación del recurso, conducción, regulación y admisión al molino propiamente dicho, en dónde se encuentran los mecanismos de rotación y trituración del grano. También se incluyen obras anexas como los accesos para personas o animales a la edificación.
Dentro del conjunto constructivo que nos ocupa, destaca el acueducto de conducción del recursos hidráulico, realizado en fábrica de piedra, para abastecer a los molinos que se encuentran aguas abajo.
Vista SW del acueducto de piedra que abastece al primero de los molinos caracterizados |
Al final de este primer acueducto, nos encontramos con el cubo o depósito del primero de los molinos caracterizados. Dicho depósito está formado por piedras anulares apiladas una encima de la otra.
Vista E del acueducto y deposito o cubo para almacenar el recurso hidráulico y obtener la energía potencial requerida |
Vsita NW del acueducto y el cubo en donde pueden observarse las piedras anulares que conforman el cubo con una ligera inclinación hacia el local de molienda, así como el acceso a éste mismo |
Al igual que sucede en otros molinos, quiero destacar uno de los elementos más representativos del ingenio en este tipo de construcciones. Me estoy refiriendo al apoyadero o "pousadoiro" constituído por una piedra que sobresale por el exterior del cerramiento del local de molienda. Su función era la de apoyar el saco de grano o harina al entrar o salir del local de molienda, respectivamente.
Estos sacos se llevaban apoyados en la espalda agarrándolo con las dos manos. Para poder accionar el mecanismo de la puerta de acceso, era necesario tener las manos libres, por lo que dicha piedra se colocaba a una altura tal, de forma que el molinero no tuviera que agacharse para apoyar o recoger el saco, con el consecuente esfuerzo. En algunas localidades, estos sacos se confeccionaban a partir de la piel curtida de una cabra, cerrando los orificios de las extremidades y dejando como orificio practicable el de la zona del cuello del animal.
Vista W del apoyadero próximo a la puerta de acceso al local de molienda |
Una vez dentro del local de molienda, nos encontramos con una piedra circular, denominada muela, que se apoya en otra piedra de más canto, denominada pie.
Estas dos piedras eran las encargadas de moler el grano que caía desde una tolva hacia el centro de la muela, la cual presentaba un orificio circular de admisión del grano. A medida que el grano se iba moliendo, iba circulando hacia el exterior de dicha muela, cayendo al suelo o bien a una tolva de recogida.
La muela, a su vez, iba apoyada en una pieza metálica rectangular, que unía esta piedra, mediante un eje, con el rodicio, situado en el infierno, bajo el forjado del local de molienda. Generalmente el rodicio iba apoyado sobre un elemento estructural, denominado mesa, que era accionado desde el local de molienda, para levantar el rodicio, el cual empujaba el eje hacia arriba, haciendo que la muela se separase del pie y pudiese girar para efectuar la molienda.
Por debajo de la muela, se situaba el pie, que era un elemento estático de gran canto.
Cuando no era necesario realizar la molienda, esta mesa se bajaba, la muela quedaba pegada al pie, dejando de girar. A su vez, para evitar el rebose del cubo, el recurso hidráulico era desviado por un canal de derivación externo al molino, tal y como puede verse en las siguientes fotos.
Interior del primer local de molienda con la muela y, bajo ella, el pie |
En este primer local, quiero destacar detalles constructivos como hornacinas interiores para apoyar un candil y rebajes en el umbral de la puerta de acceso, presumiblemente con un función drenante.
Rebaje central en el umbral de la puerta de acceso |
Hornacina sobre dintel de la puerta de acceso. |
Por debajo de este primer local de molienda, alimentado por un canal de derivación del primer local de molienda, así como por el recurso hidráulico que salía de la boca del infierno de este primer local, se repiten otra vez las mismas estructuras, tal y como se describen a continuación en las fotos.
Interior del canal de piedra de alimentación al segundo local de molienda |
Canal piedra del segundo local de molienda, con cubo al final, dotado de rebosadero hacia un complejo canal de derivación |
Acceso al segundo local de molienda con la caractéristica piedra apoyadero próxima a la puerta de acceso |
Rebosadero del cubo con vertedera y canal escalonado de derivación |
Mapa de localización
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